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Ésta es la pieza que ha decorado el lateral del tobogán de la habitación de Julio. Lo que empezó siendo solo un bloque de porexpan, se convirtió en una de las piezas clave en la decoración de esta habitación temática.

Cuando diseñamos la cueva teníamos muy claro que le daríamos un aspecto de piedra, pero, sabiendo que quedaba debajo de las palmeras, optamos por añadir unas raices a la escultura, consiguiendo el efecto de que realmente salían de la pared y se integraban en el mural pintado.

Una vez terminado el tallado, le aplicamos dos capas de fibra de vidrio para darle la dureza a prueba de niños: en esta pieza se puede subir, trepar y realizar toda clase de juegos, pues una vez seca la fibra, ésta queda como una piedra y es prácticamente irrompible. El trabajo de esta cueva estuvo listo en cuatro días desde que se empezó a tallar hasta que se pintó y se colocó en la habitación.

El resultado salta a la vista…