Vamos a continuar explicando como va la evolución de la particular cabaña de las pequeñas Laura y Cristina.
En la reunión mantenida con Isabel y Fernando, cordamos pintar toda la habitación en un color azul celeste, imitando un típico día de verano, dónde el color del cielo despejado deja ver todo el esplendor de los paisajes que rodean la cabaña.
Sobre este color contrasta el color elegido para la cabaña, un rosa vivo que combinado con otro verde, produce una sensación de mucha vida, sin contar con que son colores que a las peques les encantan.
El cambio no había hecho más que empezar. Después de pintar la habitación, montamos la estructura de los armarios: dos módulos de 2,40 de alto x 0,94 de ancho y 0,60 de profundo, uno para Laura y otro para su hermana Cristina.
También os dejo el plano que nos enviaron los propietarios para que nos pudiéramos hacer una idea de las dimensiones de la habitación. De nuevo nos encontramos con un reto complicado. Teníamos que ubicar una buena cantidad de volúmenes de forma funcional en un espacio de tan solo 7 metros cuadrados. Y ya que nos ponemos os voy a dejar también el primer boceto que realizamos a mano alzada de la cabaña, para que os vayáis haciendo una idea del resultado. Pero eso será para el siguiente post. Estad atentos.